Este cuento se lo debemos a Carlos. Si quieres leer más de él: http://carloscastinov.wordpress.com
Gracias y recuerden ponerse el cinturón o viajar con conductor designado (o como yo, nomas quedarse votado en la casa en que uno acabe).
Por mujeres como tú
Otro de esos cuentos. Me imaginé el discurso de un regguetonero a punto de morir
¿Dónde estás mientras me desangro en esta bola de fierros que antes fue mi Audi? Todo por tu culpa. Le pedí a Miguel y a Leonardo que me acompañaran. Íbamos derechitos a madrearnos a esos tipos con los que andas desperdiciando tu cariño. Ahora sé que Miguel está muerto. Leonardo empezó a gritar que no veía su cabeza y ve tú a saber. Yo lo último que vi fue el muro del hotel “Marilago” echarse encima de las luces y de nosotros.
Pero, ah, tú querías escaparte con esos y tuviste el cinismo de no decirme adonde. De seguro están en el bar “La Costa” chupando a toda madre y bailando bien contentos. ¡Ay! Creo que tengo el volante clavado en mi pecho, ya sentí el frío del cromo que recién le puse esta semana.
No tenías derecho. Siempre te traté bien; cuando iba por ti a la escuela hasta saludaba a tus amigos y les enseñaba mi Kawasaki antes de venderla para sacar el Audi que tanto te gustó. Ahora no sé en cuántos cachos me sacarán de él. Ni siquiera me imagino como se ve por fuera ¡carajo! y estaba recién lavado. Mi hermoso caballo azabache…
Después de todo lo que hice para caerles bien a tus papás. Hasta me lucí invitándolos a Xcaret nunca se me olvidó tu con cara de angelito presumiéndome en pose de “vean, pobretones, como yo puedo darme todos los gustos que ustedes no”. Bien que me fijé. Aún así me gustaste desde que te vi bailando en el “Mambo Café” con tus amigos del colegio. Pero entérate de una vez que en mis escapadas al “Rodeo del Norte” nunca faltaba una nalguita mejor que tú que quisiera irse conmigo a seguir la fiesta. Y que quede claro también, que de todas esas que me despaché, a ninguna la vi otra vez porque tú me gustabas tanto – y ahora te lo puedo decir – que igual me casaba contigo… qué tonto…
Te aburrías de mí sin razón. Ya luego luego me di cuenta que inventabas pretextos para salir cada vez menos conmigo. No te hagas, y luego esos mensajitos que no me querías mostrar eran la prueba final de que tus ojos me escondían traición. Y todavía que decías que me adorabas, que no conocías a nadie tan guapo como yo. Mentiras todas las que salían de tu boca…aaaah, qué frío más jodido…
Ya sé por qué me duelen los ojos y no, no creas que es por las lágrimas que piensas que te mereces, es porqué la mitad del parabrisas lo tengo en medio de la cara.
Lo nuestro es el pasado que se olvida a cuenta de tequilas, descorazonada.
Escucho voces afuera, apenas distingo que hay muchas luces y flashes. Todos van a ver en la primera plana del “De peso” unas buenas fotos de Miguel sin cabeza y de su cabeza sola. Malditos buitres. Nadamas quiero que mañana por la mañana, cuando te vayas a la escuela contenta de que por primera vez no te busqué por toda la ciudad ni te hablé por teléfono, nos mires acabados por tu causa a mí, a Leonardo, a Miguel y a la cabeza de Miguel. En ese momento vas a reconocer a este pobre diablo que ya no tendrás más a tu lado, abrazándote todita.
A unos los segundos del madrazo, todavía sonaba el disco de Pepe Aguilar que puse nomás para alimentarme el coraje de que otra vez me hayas querido ver la cara…sí, mi cara aplastada…ya no sé.
Leonardo está diciendo algo que no entiendo porque siento la cara toda húmeda y ahora más que nunca quisiera tomarme un Cabrito reposado para olvidarme de todo. Para decirte que el dolor del alma no se compara con ninguna fractura múltiple ni con ningún estallamiento de vísceras, porque a fin de cuentas, mi corazón no presume ninguna herida ya que tú lo convertiste en piedra, arpía hermosa, hiel para mi corazón enamorado. Niña babosa que cantaba esa pinche cursileria…de…de…ya no me acuerdo. Pero qué canción de Sin Bandera ni que ocho cuartos, los meros meros K-Paz dela Sierrasonarían ahorita y a punta de trombones me arrancarían del pecho tu recuerdo. Para despertar a todo mundo con mis gritos sobre este infierno que inició al conocerte y ahora pues…
Maldito cariño y mira nomás…
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